En nuestros entornos y ambientes las
emociones y los sentimientos juegan un papel vital en nuestras relaciones
sociales e interpersonales. Son relaciones muy importantes para nuestro
aprendizaje y nuestro crecimiento personal. El amor, el gusto artístico, la
sensibilidad, los valores humanos, las creencias, el interés por los negocios y el trabajo, por las actividades
que realizamos a diario, el ocio, el deporte, el hogar, la familia, los amigos, etc.
Se llevan a cabo en distintos
sitios y diferentes espacios, realizándose un proyecto fundamental y de vida de nuestra integridad personal, nuestra autoestima, fortaleza y su refuerzo social que favorece nuestra integración y adaptación al medio.
Cuantos más valores alcancemos más calidad tendrán nuestras relaciones. El hombre es un ser social y la
capacidad que tengamos como ser individual, beneficia nuestra convivencia colectiva en el
entorno laboral, familiar y personal, en su justa medida y proporción. La buena
comunicación activa el entendimiento y eleva la madurez personal.
La arquitectura del paisaje viene a proyectar y favorecer estos espacios donde se pueden dar, desarrollar y transmitir las
capacidades del ser humano para comunicar y desarrollarse. En estos espacios diseñados donde se satisfacen las necesidades de ocio y recreación, son puntos de encuentro de la sociedad que ofrecen un acercamiento y goce de la naturaleza y proporcionan servicios ambientales al entorno urbano.
Realmente la experiencia de habitar dichos espacios radica en la diferencia que existe en los proyectos sin consciencia de diseño universal y en otros donde la vegetación es el elemento que permitirá la conexión emocional.
La arquitectura del paisaje es la herramienta que fomenta la convivencia del bien común y la inclusión de la comunidad.
Philadelphia, Pennsylvania, United States
CENTER CITY DISTRICT
Photo Credit: OLIN / Sahar Coston-Hardy
Roberto Duato Veyrat
Arquitectura del paisaje
Valencia
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